El hombre más bello del mundo
vestía nagabakama negra
bordada con dragones dorados
su pecho resplandecía como un escudo de oro
sus cabellos lacios y largos.
Su espalda tatuada de peces Koi y míticas serpientes
pies perfectos en sandalias de plata
el viento ondeaba su majestuoso talle.
Sus ojos rasgados contemplaban el ocaso de mar
yo lo miraba deslumbrada
oculta tras un rosal.
Era su aliento como su wakizashi destellando al sol
su piel borde de filosos cuchillos
podría hacer virar la brisa en su bravura
yo recorría imaginaria mis labios por su nuca.
Cuando el hombre más bello del mundo decidió irse
vi la katana que llevaba en la espalda
que al viento hizo sangrar.
Me pregunté:
¿A qué clan Samurái perteneció
el hombre más bello del mundo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario