lunes, 28 de agosto de 2023

Sortilegio

 La rosa hace la revolución al embellecer la parcela en la que habita, en ese instante ignora el graznar del buitre y la devastación de los insectos. Son insignificantes cuando se contempla el brotar de un capullo cuando su fragancia es parte del todo y el espacio y el vacío se ondulan. Ella mañana cuando pase el TIEMPO, será pétalo que el otoño hará flotar más allá del trecho donde floreció para enaltecer el latido de la tierra.

¿Has visto cómo atesora el último aliento un ser vivo?  

Contempla la destrucción desde el mar, desde la cima de la ola, y aunque tus ojos no alcancen a ver el fondo del abismo ese estremecimiento que recorre tu columna sabe del espanto que contiene.

Hölderlin limpio de corazón se levanta, las faustes de la locura circundaron su pensamiento: la demencia asalta en los pasillos de los hospitales la bata blanqueada con lejía que me pusieron al entrar es el despojo de la loca que yace en la morgue, la deformación de los zapatos agujereados es una masa deforme y caníbal, esa mujer que se acerca y se agiganta como una sombra que oscurece el ser habla incoherencias y aturde los sentidos esta cueva en el desagüe puede ser una embarcación hacia el extravío. ¿Quién paga la cuenta de los somníferos? ¿Son los dueños de las farmacéuticas los amos del Estado? Es demasiada carga para un humano vivir en el horror de esta isla suspendida en el sortilegio.

¿Quién habita en los sueños, yo o mí sombra?

Te mostraré amor mío el aquí y el ahora. El instante que saboreas un higo como flor deliciosa cuando besas labios húmedos cuando se impregna en ti la rosa de fuego. Que tu mente preserve este momento: el aquí y el ahora cuando eres consciente del aspirar y exhalar del divino aliento de vida. Es el instante para apoderarnos del amor y la belleza del mundo.    


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Canta en mi nuca el Ruiseñor